¿Ángeles o extraterrestres? -Parte 2-

¿Pueden ser los ángeles de la antigüedad?

¿Pueden ser los ángeles de la antigüedad?

Ahora bien, de acuerdo a la enseñanza religiosa tradicional, los ángeles son sustancias completas e inteligentes, dotados de alguna virtud o poder. Una declaración del IV Concilio de Letrán sostiene: “Firmemente creemos y simplemente confesamos, que por su omnipotente virtud, Dios creó de la nada a una y otra criatura: la espiritual y corporal; es decir la angélica y la humana”. Y de hecho es así. Mas hay una diferencia importante entre ángeles y extraterrestres. En contraparte, los extraterrestres, al igual que los seres humanos, no fueron creados “perfectos” como los ángeles, sino que a lo largo de un camino de evolución pueden alcanzar esa perfección.

Los ángeles existen como mensajeros de Dios —aquella fuerza creadora de lo visible e invisible— siendo sus portavoces en este Universo de la materia. En otras palabras, los ángeles no pertenecen a nuestra realidad física, sino a un plano superior, en cambio los seres extraterrestres se mueven en una realidad física y material, independiente del tiempo del que provengan. El problema es que cosmonautas de otros mundos fueron confundidos —y me imagino que muchas veces— como “dioses” o “ángeles”. Esta afirmación puede resultar chocante. Sin embargo, desde 1994, monseñor Corrado Balducci, un importante prelado del Vaticano y amigo personal del Papa Juan Pablo II, demolió el escepticismo religioso al sustentar que los ángeles en carros de fuego que se mencionan en la Biblia podrían ser los ovnis que en la actualidad nos visitan.

Monseñor Balducci, fallecido en Roma en septiembre de 2008, fue uno de los más importantes teólogos de la Iglesia Católica —al punto de haber formado parte de la Comisión para revelar el Tercer Secreto de Fátima—. Incluso afirmó en su momento la existencia de un comité del Vaticano que estudia los encuentros con extraterrestres. Así como se lee… En sus recordadas entrevistas televisivas, el prelado manifiesta a boca de jarro de que los encuentros entre extraterrestres y seres humanos no son ni diabólicos ni consecuencia de alucinaciones, y por tanto deben estudiarse con rigor y seriedad. La repercusión de estas declaraciones —en la RAI italiana, la televisión más católica y una de las más conservadoras—, dio la vuelta al mundo. Debido a ello el propio Balducci fue ponente en numerosos Congresos sobre el fenómeno ovni —y siempre con sotana—.

Aunque Balducci no es el primero en sugerir que cosmonautas de otros mundos fueron confundidos con ángeles en el pasado, su aporte ha sido contundente por haber sido una autoridad respetada en el Vaticano. Su análisis, simple y lógico, rompió estructuras mentales: una cosa son seres inmateriales como mensajeros de Dios, y otra cosa seres físicos que utilizan vehículos para desplazarse. A esta línea de pensamiento se ha sumado recientemente el Director del Observatorio Vaticano, José Gabriel Funes, al sostener que la vida inteligente extraterrestre no cuestiona el dogma de fe y que “esos seres también serían hijos de Dios”. El propio Funes reconoce intrínsicamente que una cosa son los ángeles y otra seres físicos procedentes de otros mundos.

Monseñor Corrado Balducci Dudo de que los ángeles necesiten de vehículos o tecnología para llegar a la Tierra y ejecutar sus misiones divinas. He allí el primer contraste con las apariciones de los ovnis y aquellas formas humanas que salían de ellos en la prehistoria. Por otro lado, también resulta desconcertante cómo los ángeles toman corporeidad, al punto de comer —como ocurrió con la familia de Lot en el episodio de Sodoma y Gomorra— y hasta protagonizar una pelea “cuerpo a cuerpo” con Jacob. Más allá de los símbolos, podríamos hallarnos ante hechos reales perdidos en aquel tiempo, más humanos que divinos, como la unión de los hijos de Dios con las hijas de los hombres que vimos anteriormente. ¿Los ángeles engendran hijos? Al parecer —creo yo— los ángeles no se involucrarían en esas cosas.

Los ángeles —miríadas de ellos según la Biblia— están constituidos en jerarquías espirituales, entre ellas se mencionan los tronos, dominaciones y potestades; luego siguen los serafines y querubines, y finalmente los arcángeles y los ángeles. Según Santo Tomás, autor de la documentada Suma Teológica, los ángeles son espíritus puros, que no están viviendo en el mundo material como el ser humano. Ni como los extraterrestres. Si estudiamos detenidamente las extrañas apariciones de la Biblia y otros textos sagrados, comprenderemos que nos hallamos en realidad ante visitantes físicos —no ángeles etéreos—, de aspecto humano, que llegan en vehículos voladores e imparten conocimientos a los hombres.

Ya lo dijo Jesús: “En la casa de mi padre, muchas moradas hay…”


Referencias

  1. “Apócrifos del Antiguo Testamento”. Tomo IV. Ediciones Cristiandad, Madrid, 1984.

  2. Se le llama “apócrifo” a los textos que no se han declarado como canónicos; es decir, que no forman parte del catálogo de libros sagrados admitidos por la Iglesia Católica. El criterio que ha empleado la Iglesia para “decidir” que libro es canónico y cuál no, no deja de ser discutido. Diversos estudiosos concluyen que en los primeros tiempos de la Iglesia se “temió” el contenido de aquellos libros porque podían cambiar radicalmente el dogma enseñado por el catolicismo. Y había razones para temer, pues además de las referencias a “seres del cielo”, se otorga, inclusive, detalles ignorados de la vida de Jesús, desde su natividad, infancia y predicación. Vale la pena leerlos.

  3. Josef Blumrich, desde luego, no es un “perico de los palotes”. Además de sus credenciales como ingeniero de la NASA, desempeñó un papel importante en la creación del Skylab y el trasbordador espacial. Por si ello fuera poco, tuvo la rara distinción de que en 1972 se le concediera la medalla de servicios excepcionales de la NASA por su extraordinaria aportación a los proyectos Saturno y Apolo. De ser en un principio un escéptico, publicó más tarde su libro “The Spaceships of Ezekiel” (1973).

  4. La Santa Biblia

  5. En verdad se ha escrito mucho sobre “astroarqueología”. También, debo decir, se ha dicho de todo, al punto de llamar “extraterrestre” a cualquier enigma. Pero al margen de ello hay textos y teorías de diversos autores que merecen estudiarse, particularmente la obra del filólogo Zecharia Sitchin. En el caso de apariciones extrañas en la Biblia, es interesante la recopilación de datos que llevó a cabo el periodista español J.J. Benítez en su libro “Los Astronautas de Yavé” (Editorial Planeta, 1996).

Fuente: legadocosmico.com


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