Teletransportación


Teletransportación hecha realidad

En 2264 la tripulación del U.S.S. Enterprise se movía desde cualquier lugar del Universo gracias a los equipos de teletransportación del ingeniero en jefe, Montgomery Scott.

La mera mención de la célebre frase "transpórtanos, Scotty" en repetidas ocasiones les salvó la vida.


El pasado en la ciencia ficción es a menudo el futuro anticipado

260 años antes de que el Capitán Kirk 'viaje a las estrellas', dos equipos de físicos en dos lugares distintos del planeta anunciaron que habían dado uno de esos grandes pasos para la humanidad que la ciencia permite al teletransportar por primera vez en la historia las propiedades de una partícula a otra, sin usar un vínculo físico.

Lo que el profesor Rainer Blatt, de la Universidad de Innsbruck en Austria, uno de los centros que logró la hazaña, califica como "un hito" nos acerca un poquito a la realidad imaginada por Gene Roddenberry en 1966 para su serie de televisión.

Pero sólo un poquito, pues lo que los físicos austriacos lograron, así como el equipo de científicos del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de Boulder, Colorado, lograron fue teletransportar "estados cuánticos" entre átomos.


Aquí nos quedamos por ahora

Cuando los científicos hablan de "teletransportación", se refieren a la transferencia de estados cuánticos, que son propiedades físicas como la energía, el movimiento y el campo magnético del átomo.

En las computadoras del futuro, esta información conformaría los qubits, la versión cuántica de los bits digitales 1 y 0 que se utilizan en la actualidad.

Los resultados de los experimentos en EE.UU. y Austria representan un gran progreso en la búsqueda de computadoras ultra-rápidas que podrán transmitir información a la velocidad de la luz.

Hasta ahora, la habilidad de transferir propiedades físicas de una partícula a otra sin un vínculo físico sólo se había logrado con rayos láser.

En 2002, científicos de la Universidad Nacional de Australia consiguieron desintegrar un rayo láser y hacerlo aparecer, casi instantáneamente, un metro más lejos.

Como señala Blatt, esta es la primera vez que se logra con partículas masivas.

Por eso, el hecho de todavía no estemos hablando de gente teletransportada de un lugar a otro, no le resta importancia a la proeza de los científicos austríacos y estadounidenses.

El informe de este logro ha sido publicado en la revista Nature (hasta aquí BBC MUNDO. com)

Teletransportaci´pn de los esposos Vidal El caso Vidal
Ocurrió en Mayo de 1968 en Chascomús, ciudad de Argentina situada a la orilla de la laguna del mismo nombre y a medio camino entre Buenos Aires y Necochea.
Los esposos Vidal iban en su automóvil por la ruta bonaerense Nro. 2 desde la localidad de Chascomús a Maipú. De un momento a otro pierden la conciencia al entrar en un espeso banco de niebla, y al despertar aparecen, luego de 48 horas de desaparecidos, y en su auto, en las cercanías de la ciudad de México en América Central, a unos 6.400 km. de su lugar de partida.
Aunque este incidente atrajo en su momento la atención mundial, semanas después intereses ocultos tendieron sobre él un "manto de silencio", a pesar de lo cual el "Caso Vidal" quedaría como uno de los espectaculares incidentes argentinos de teleportación o teletransportación, en el que un vehículo, con sus ocupantes es trasladado, en corto tiempo y por medios desconocidos, de un lugar a otro, violando de esta manera las barreras de espacio-tiempo, desde Argentina, en América del sur, hasta México, en América central.
Numerosos periódicos argentinos se hicieron eco de esta noticia, el diario de Buenos Aires, La Razón publicaba la información bajo el título "¿Qué es esto?", los demás también lo hacían como La Nación (que no menciona la niebla) y La Mañana (que fue el único en informar acerca de la presencia de OVNIs en este caso), entre otros periódicos.
El destacado ufólogo argentino Dr. Oscar A. Galíndez, que investigó estos hechos, detalla el episodio en Flying Saucer Review Vol. 14 Nro. 35 de Sep-Oct de 1968 bajo el título: "Teleportation from Chascomús to México", de esta manera:
"A comienzos de mayo de 1968, un conocido abogado de Buenos Aires, el doctor Gerardo Vidal, decidió asistir, en compañía de su esposa, la señora Raffo de Vidal, a una reunión familiar que debía celebrarse en la ciudad de Chascomús, distante menos de 120 km de Buenos Aires, en dirección sur. Salieron de la reunión poco antes de la medianoche y decidieron ir en su automóvil hasta Maipú, localidad que se encuentra a unos 150 km al sur de Chascomús, pues tenían allí amigos y parientes.
Tomaron la carretera nacional número 2. Frente a ellos, en otro coche, iba otro matrimonio que también tenía familia en Maipú. Esta otra pareja, cuyos nombres no se conocen, llegó a Maipú sin el menor incidente, pero no ocurrió así con los Vidal, cuyo retraso empezó a preocupar a quienes los esperaban. Entonces el otro matrimonio decidió regresar por la misma ruta para ver de encontrarlos, pero tuvo que volverse a Maipú sin haber conseguido y sin haber hallado la menor traza del coche o de sus ocupantes.

La extraña llamada desde México
Cuarenta y ocho horas después de la desaparición de los Vidal, en la residencia de la familia Rapallini, en Maipú, se recibió una llamada telefónica procedente del consulado argentino en Ciudad de México -distante 6.400 km a vuelo de pájaro-. Mediante esta llamada, el doctor Gerardo Vidal informaba a sus amigos que estaban bien, dándoles la hora exacta de su llegada al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la capital del Plata.
A su debido tiempo, el matrimonio Vidal llegó a Ezeiza, donde ya lo esperaban amigos y familiares. La señora Vidal fue llevada directamente del aeropuerto a una clínica privada, pues se hallaba bajo un shock nervioso, y a continuación el doctor Vidal contó a sus familiares el extrañísimo suceso del que habían sido protagonistas.
Contó entonces el doctor Vidal que cuando se hallaban ya en las afueras de Chascomús, la noche de su desaparición, una "densa niebla" se materializó de pronto frente a ellos, y a partir de aquel instante ambos son incapaces de explicar lo que ocurrió durante las 48 horas siguientes. Cuando volvieron a ser conscientes de lo que ocurría a su alrededor, vieron que ya era de día, y que su coche, con ellos en su interior, se hallaba aparcado en un camino desconocido. Ellos no tenían ningún rasguño, pero a los dos le dolía la nuca y tenían la sensación de haber dormido muchas horas.
Estupefactos, salieron del coche y observaron que la pintura de la carrocería parecía haber sufrido los efectos de un soplete. El motor, sin embargo, funcionaba perfectamente. Pusieron el automóvil en marcha y avanzaron por la carretera desconocida, que atravesaba un paisaje que no les resultaba en absoluto familiar. Preguntaron a diversas personas que encontraron por el camino y todos respondían lo mismo: en México.Los relojes de ambos se habían detenido, pero con ayuda de un calendario pudieron establecer que se hallaban ausentes de la Argentina desde hacía 48 horas.

Desde el consulado argentino en ciudad de México
A su debido tiempo llegaron a Ciudad de México, donde preguntaron por el consulado argentino. Allí refirieron su increíble aventura, y el cónsul les permitió llamar por teléfono al escribano (notario) Martín Rapallini, de Maipú. A continuación el cónsul argentino, don Rafael López Pellegrini, les pidió que guardasen total mutismo sobre el caso, para dar tiempo a que las autoridades efectuaran una investigación. El automóvil del doctor Vidal, un Peugeot 403, fue enviado a Estados Unidos para su estudio, conviniéndose la entrega de un vehículo nuevo de la misma marca y modelo pagado por las autoridades norteamericanas".
Hasta aquí los hechos, y nuevamente esta "cortina de silencio" cubría el caso, confirmándolo el mismo Dr. Galíndez informando que nadie ya se atrevía a hablar de lo ocurrido.

Buscando la verdad
En esas fechas la prensa argentina continuaba informando del episodio y el diario La Razón detallaba que la familia Vidal se había comunicado desde el Consulado argentino en México con una familia de apellido Rapallini residente en Maipú. Todos lo relacionaron con el escribano Martín Rapallini, amigo o familiar de los Vidal (se sabría luego que no sería éste su legítimo apellido, sino que era un seudónimo para proteger de esta manera a los verdaderos protagonistas), aunque enseguida el escribano declararía desconocer totalmente el asunto.Esta "negativa" del escribano había actuado como una "confirmación" de los hechos, pues había prohibición de hablar sobre el caso.
Sólo pocas semanas después un supuesto testigo, familiar de los Vidal, un joven de apellido Mateyko se presentaría en el ciclo de gran éxito en esa época "Sábados Circulares de Mancera" conducido por el periodista Pipo Mancera, hablando de estos hechos.
También se sabía que la Sra. del Dr. Vidal, supuestamente de apellido Raffo, según algunas fuentes como la del Dr. Galíndez, había sido internada afectada de los nervios por los hechos sucedidos, e inclusive Patrice Gaston en su obra "Desapariciones Misteriosas" de Plaza & Janes, Barcelona 1975, página 72 detalla: "Pero entonces, ¿Qué han hecho con nosotros durante estos días?, ¿En manos de qué criaturas hemos estado?", habrían sido las palabras de la Sra. Vidal
Mientras tanto, otros autores detallaban del fallecimiento de la misma en 1969 de cáncer, más precisamente de leucemia, producto de los sucesos vividos.El caso seguía sumando misterios.

Toda una mentira
Tendrían que pasar 28 años para que la verdad salga a luz y más de 36 para informar sobre el mismo.Habían sido tantos los impedimentos del caso de acceder a los verdaderos protagonistas, y por las características de los hechos, que el incidente se convirtió en un clásico de la ufología mundial. Autores de todo el mundo lo tomarían como un espectacular caso OVNI.

Fuente: http://mitosdelmilenio.com.ar