Origen del hombre (Teoría antidarwiniana)


Los hijos de los Dioses, o lo que es lo mismo, los extraterrestres venidos de los espacios siderales, quisieron instaurar una genética expansiva a partir de la inseminación del primate; genética esta que fue codificada desde un plan bien preciso de la Inteligencia Creante, ordenando a la constelación de Proción, cuyos habitantes de piel amarilla representaban los valores intelectuales; a la constelación de Alfa Centauro, cuyos componentes rubios y blancos portaban valores erótico-creativos; a la raza proveniente de Orión, dé piel bronceada y gran estatura, que representaba los valores mágicos; y por último a los habitantes de las Pléyades, de color rojo y con grandes estímulos espirituales, que se mezclaran todas ellas en un árbol genético activo en el tiempo y en este espacio, para producir un sólo fruto en el futuro: "el hombre aceitunado", como resumen de las características raciales de estos aportes, así como una espiritualidad, resultante de las agregaciones de las citadas constelaciones.

Parece evidentemente más lógico, concebir que las distintas genéticas raciales vivientes en nuestro planeta, vendrían del espacio y de diversos lugares, que no del mono, como afirma la teoría Darviniana, puesto que nos encontraríamos con incongruencias palpables, respecto de que al existir todavía razas monoides y el hombre al mismo tiempo, se establecen necesariamente dos paralelismos evolutivos diferenciados. Es decir, si venimos del mono y hemos evolucionado...¿qué pintan los cientos de razas de este animal, que aún viven entre nosotros?, ¿por qué ellas no han evolucionado al unísono del hombre?... Además, seria 1ógico encontrar monos amarillos, negros, rojos y blancos, y no se dan tales prototipos diferenciados.

Como habíamos dicho al principio del capitulo, los hermanos del espacio se fijaron en la serpiente emplumada "dorada", que resaltaba por sus dotes, del resto de las especies, mientras que la serpiente emplumada "plateada", más lenta y menos dotada, seria la que iniciara la cadena ascendente evolutiva propia de los monoídes. Que un dia milenario, en este u otro planeta, el mono actual .sea elegido por los extraterrestres‑arquitectos para albergar la inteligencia pensante, nos parece muy 1ógico; pero de momento, absolutamente ningún estudio biológico serio, afirma que venimos de este animal tan reiterado, dejando una incógnita en el aire, que se ha dado en llamar el "eslabón perdido", a la espera de que la ciencia llegue a soluciones más idóneas.

Para los amantes de lo simbólico, es curioso observar raíces tradicionales y elementos testimoniales de este conocimiento iniciático en las distintas figuras comparativas de las constelaciones celestes en nuestras culturas antiguas, como la egipcia, que representa a la esfinge con rasgos animales y humanos mezclados, o bien la tradición judaica que nos muestra el águila, el león y el toro, representando a la revelación de los evangelistas. Símbolos aún más claros y palpables, en la llanura del Nazca en Sudamérica, que a modo de mapa celeste se enumeran otras tantas estrellas y constelaciones, que parecen recordar nuestros orígenes. Pero, nos extenderemos mucho más a este respecto a lo largo de nuestro estudio.

"Porque el hombre ha sido hecho a imagen de Dios (Gen.9:6). E1 Arquetipo del universo se complació: E1 hombre Dios potencial, Adán‑Eva, habla sido creado".

Podríamos extendernos en nuevas afirmaciones y contrastes demostrativos de todos los conceptos vertidos, pero el trabajo final seria monográfico y no el resumen de todo un conocimiento global. Otras tantas citas para el conocimiento emergen del comunicado dictado por Hoara, al Sr. Siragusa, en torno a los orígenes del hombre y a la voluntad que nos engendré:

"Vuestros primeros padres, aquellos que fecundaron la vida sobre vuestro planeta, vinieron de lejos y no eran terrestres.

Las primeras tribus humanoídes, hijos del mundo estaban privadas de inteligencia, antes que acaeciese el acoplamiento entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres. Entonces se formé el "homo sapiens" verdadero heredero de una genética injertada por una voluntad superior del Dios viviente.

Los Dioses estaban complacidos, volviendo un hombre animal a su imagen y semejanza, y concediéndole el beneficio de la inmortalidad con condiciones bien precisas y con la obligación de respetar y obedecer la ley de los Creadores y venerar la Fuerza Omnipotente y Omnisciente del Santo Espíritu, creador de todo, Dioses comprendidos.

Cada cielo tiene un padre, un gobernador de la Inteligencia Creadora, un Dios -como vosotros .lo llamáis- asistido por una lista indefinible de coordinadores, instructores, vigilantes, modificadores, manipuladores, hijos de la luz y dueños de su poder y de los elementos primarios realizadores de la vida en sus varias dimensiones.

Vuestro sol es logos de la Idea Divina Creadora, donde cada idea se hace forma antes de ser, de existir, de servir, de ser servido.

La verdad es el conocimiento, y la conciencia es acúmulo, depósito indestructible de las obras experimentadas en el edificio creativo donde se forja el devenir continuo, mutable, eterno del cosmos.

E1 ayer y el mañana se identifican en el eterno presente, mientras el espacio y el tiempo no son más que apariencias brotadas de las dimensiones relativas de las masas gravitantes de los hemisferios materiales.

E1 absoluto existe sólo en la astralidad, donde todo es causa sublimada de la incorruptible armonía del poder divino y de la androgeneidad de las formas nacidas de la idea de la Luz Creante. Hoara os concede paz.

Por otro lado, remontarnos a textos o tradiciones histéricas de las mitologías india, china, azteca y asiática, repletas de citas prehistóricas, que nos entroncan en una voluntad extraterrena de inseminarnos, crearnos y tutelarnos, reforzaría en cualquier caso, lo que ya el sentido común del hombre va aceptando por encima de los dogmatismos doctrinales. Somos hijos de las estrellas y vivimos por voluntad de seres superiores o Arquetipos, que alimentan el devenir de Dios.

Imaginemos que a partir de 1 cm. 3 de nuestro semen (1 cm. 3 tiene 750.000.000 de espermatozoides) y viajando a otro planeta, insemináramos a las monas o primates allí existentes; al fin y al cabo, desde el estado actual de las investigaciones médico‑biológicas, esta hipótesis pudiera ser una realidad; los hijos de esta unión, ¿a quién adorarían como Dios?... El hombre es un micro cosmos en cuyo interior se alberga potencialmente un universo latente de vida.

Traer al relato opiniones de personalidades que sitúan el origen del hombre, en una voluntad extraterrestre de engendrarnos, seria prolijo, dado que la ciencia y la madurez intelectual., así como las pruebas irrefutables de los hechos, atraen cada día a un numero mayor de convencidos. Bástenos en forma representativa citar a Thomas Gold, astrónomo de la universidad de Cambridge, que sostiene: "E1 hombre es un residuo de antiguas inteligencias galácticas que visitaron nuestro planeta hace miles de millones de años. Alguno de estos seres, fusionados con los antiguos, dieron origen a la raza humana", o bien al compositor moderno Karlheinz Stockhausen, máximo exponente de la música sinfónica actual: "Estoy persuadido de que la sustancia bruta de que el hombre está hecho, proviene de la Tierra, de los reinos mineral, vegetal y animal. Pero, al mismo tiempo, estoy convencido que, hace cuatrocientos o cuatrocientos cincuenta mil años, unos seres venidos de otro punto del universo han traído al hombre la cultura y también la música. Desde mi infancia he tenido la intuición de que no soy de aquí, de este planeta, y de que lo esencial de mi misión en la Tierra consiste en establecer, a través de la musita, unos lazos entre los terrestres y los extraterrestres".

Volviendo a la serpiente como elemento genérico de diversas culturas, su figura nos remite en todos los casos a un pasado común que vinculé al hombre en un origen idéntico. Así pues, desde la tradición china que emplea el dragón como elemento originario de su existencia, y las leyendas aztecas y mayas que representan al hombre saliendo de una cabeza de ofidios tenemos la cultura jadeo‑cristiana que atribuye a la culebra o reptil propiedades o hábitos malignos, y también las serpientes que blasonan el concepto hipocrático de la medicina y la farmacia, emblema este que ha servido de base a cabalistas y estudiosos para las más dispares definiciones.

Aparece asimismo la serpiente en una cultura aún más antigua, la egipcia, cuyos faraones la usaban en sus atributos y adornos como elemento ligado a la jerarquía o poder. No digamos nada de la India y de la "cobra", como figura de culto y de enigma. La relación serpiente-Dios se define perfectamente en la divinidad romana de Esculapio, relacionado con el dios griego Asclepio, a cargo de la medicina, que tiene sobre sus rodillas una serpiente. Por último, en la tradición judaica se da a este reptil propiedades mágicas, como en el caso de Moisés que hizo una serpiente de bronce capaz de curar las mordeduras producidas por las enviadas por Yahve y que se tragó a las culebras mágicas del faraón.

En otro orden de cosas y de citas, se nos enseña en la Biblia, que son tres los elementos primigenios de la existencia; es decir, Adán, Eva y la serpiente. Es de todos aceptado que estos personajes encierran parabólicamente una explicación más racional y lógica, que la doctrinal hasta ahora divulgada. Para nosotros, Adán no es otra cosa que el espíritu; Eva, el alma y la serpiente, la materia o nuestro cuerpo. No son seres o elementos aislados, sino la explicación de unas funciones bien determinadas, dentro del concepto existencial del hombre. La serpiente de este caso tiene como misión perpetuar su predominio sobre el espíritu, de ahí que utilice el alma o "Eva", como vehículo para someter a "Adán"; al final es la materia la que se humilla, al ser pisoteada por la naturaleza femenina del alma, dejando al espíritu libre en su propia dimensión astral. No hay que olvidar que la materia tiene como código de comportamiento, la mutación constante, de ahí el ciclo rotativo de los elementos: "La basura que abona la tierra, da vida; la vida después de un tiempo se hace a su vez basura". Por lo tanto, ese empuje programático nos lleva en el aspecto material a mutar por medio de la muerte, mientras que el espíritu es inmutable y eterno, tal y como nos decía Adoniesis al principio del capitulo.

La Biblia en todo caso, tiene tres niveles de lectura: espiritual, psíquico y material, siendo muy difícil establecer dogmatismos a partir de la simple apreciación literaria de sus expresiones. Es necesario utilizar la intuición y la lógica científica para ver más allá de la simplicidad de sus parábolas.

Para concluir nuestro capitulo de las serpientes, a lo largo de la Historia y de las tradiciones deberemos incluir, como más reciente, la afirmación de la doctora Irene Saenger Bredt, ingeniero de la industria aerospacial, que en su libro "Ungeloste Ratsel the Shopfung" plantea la pregunta: ¿Por que juega la serpiente un papel tan importante en las tradiciones de los pueblos?, y en sus respuestas viene a decirnos, que sin duda este símbolo tiene que relacionarse con la creación del universo o el principio de la vida.

Asimismo Robert Charroux nos refiere en sus textos de estudio, que en todas partes hubo serpientes luminosas que volaban por los aires y que diversos pueblos las elevaron a la categoría de divinidad, siendo una de éstas la serpiente con cabeza de gavilán de la tradición sudamericana.

La etapa intermedia anfibia, está asimismo memorizada en el comportamiento espontáneo de los recién nacidos, que por medio de experimentos iniciados en' Francia y posteriormente extendidos al resto de los países, se propiciaba el nacimiento del bebe dentro del agua, sin ningún peligro comprobado para el mismo. No hay que olvidar que el niño en su morada materna placentaria, permanece nadando en el líquido protector que le acoge durante nueve meses.
Fuente: www.wikilearning.com
¿El hombre es el resultado de un experimento? vea: El muñeco humano