Los Rosacruces -Capítulo II-

Alquimia espiritual

Los antiguos Alquimistas de la Edad Media, muchos de los cuales eran Rosacruces, afirmaban que, para transmutar un elemento mineral en otro elemento más elevado, como por ejemplo la transmutación del plomo en oro, era necesario que, previamente, el Alquimista estuviera transmutado en su interior.

En los antiguos escritos y manifiestos de la Orden Rosacruz, que ya hemos citado y que fueron publicados hace siglos, se nos relata en un lenguaje simbólico la formación y el propósito de la misma. Uno de los propósitos a alcanzar por los miembros de nuestra augusta Hermandad era lograr la Gran Reforma.

Nadie que no se haya reformado en su interior puede pretender reformar con éxito ningún aspecto familiar, social, o mundial. En la medida en que las personas van cambiando sus procesos de pensamiento y sus actividades, produciendo un cambio positivo en su interior, observan que la vida también mejora para ellos.

Muchas personas padecen enfermedades terribles, producidas por sus pensamientos de odio y rencor.

Cuantos tratamientos se les proporcione fracasarán, ya que solamente podrán curarse cuando cambien sus pensamientos, transmutándolos positivamente. Cuando descubrimos nuestras limitaciones aparentes y nos damos cuenta que la vida es para nosotros como nosotros la queramos ver, al crear en nuestro interior las condiciones adecuadas, la vida cambia para nosotros, llegando entonces, con la reforma interior, la Paz Interna y el Exito externo.

Decimos muchas veces buscar la Paz Universal, declarando que la deseamos intensamente, pero si estamos desarmonizados en nuestro interior y en lucha con nosotros mismos, difícilmente llegará esta paz al mundo, ya que primero es necesario que germine en nuestro interior

Los Rosacruces han aprendido que por medio de un proceso Iniciático que ha sido probado válido durante muchos siglos, los seres humanos pueden conseguir transmutarse en su interior y, de esta forma, su vida se transmuta para ellos pudiendo ayudar a otros a lograr la verdadera REFORMA UNIVERSAL.

Muchos de los hombres y mujeres que, a lo largo de la historia, lucharon para que se produjeran reformas positivas en la sociedad, y así mejorar las condiciones de vida de todos, fueron Rosacruces que, previamente, habían logrado la gran reforma en ellos y así encontraron fuerzas para emprender la titánica tarea de ayudar a la Humanidad.


El secreto de la vida

En algún momento de su vida, Ud. se habrá preguntado cual es el propósito de su existencia. Lo mismo que la mayor parte de las personas, se habrá percatado que se encuentra ante un sendero desconocido y misterioso que recorrer. ¿Qué le deparará el destino? ¿Qué hay más allá del presente en el que estamos? Ante qué pruebas y circunstancias de la vida tendremos que enfrentarnos?. Y lo que es más importante aún ¿Venceremos en la batalla de la vida o seremos vencidos por ella?.

Todas estas son las consideraciones que surgen en nuestra mente cuando, en momentos de reflexión, nos planteamos el por qué de nuestra existencia. ¿Hay alguna razón para que exista el Universo o es éste solo un conjunto de cuerpos celestes que están en el espacio sin causa que lo justifique? .

Cuando volvemos nuestra vista hacia el firmamento, en una noche estrellada, comprendemos que un conjunto tan enorme como es el Cosmos, que funciona de acuerdo con unas leyes tan perfectas y ordenadas que permiten que todos los astros del Universo se muevan con precisión matemática, ha de tener un propósito de existencia.

No podemos por menos que pensar, maravillados, que hay o debe haber una razón en todo ello. No puede haber sido creado todo sin un propósito definido. Es difícil concebir que un Universo, que es energía en movimiento hacia el infinito y desde el infinito, desde la inmensidad de los tiempos, sea algo sin razón que esté aquí para nada.
  • ¿Y nosotros? ¿Cuál es el papel que nos ha correspondido desempeñar en el vasto escenario del Universo?.
  • ¿¿Acaso nuestra vida es solamente el resultado de unas casuales reacciones químicas que empezaron a evolucionar hace miles de millones de años, o somos algo más?.
  • ¿¿Tiene nuestra vida una razón de ser o solamente somos criaturas que nacemos, crecemos, morimos, y después nada?.
  • ¿¿Hay algo después de la vida?.
  • ¿En esta misma vida ¿que hay y está reservado para nosotros, como humanidad en conjunto y como personas en particular?.
  • ¿¿Por qué tenemos la sensación de ser como barcos sin timón, a merced de las corrientes de la vida y expuestos a las tempestades de la existencia?.
  • ¿¿Hay alguna misión particular, que cada uno de nosotros deba desempeñar durante su paso por la tierra, o es solamente una quimera hasta su final?.
  • ¿¿Qué es lo que hace que algunos vivan una vida plena, llena de éxitos, y otros vivan la amargura continua del fracaso?.

La aventura interior

Luz interiorHace ya miles de años que hombres y mujeres, sinceros buscadores de la verdad, y deseosos de desentrañar el misterio de la existencia de una u otra manera, comenzaron la búsqueda para responder a esas preguntas esenciales que nos hemos planteado hace un momento y que siguen siendo el motor básico que impulsa a los verdaderos pensadores a los futuros Maestros de la Vida.

Muchos de esos hombres y mujeres abandonaron incluso la comodidad de sus hogares para, en tiempos inciertos, partir a la búsqueda de las fuentes de la Sabiduría eterna para saciar en ella su sed de conocimiento

Algunos encontraron a otros seres semejantes a ellos en el deseo de saber y se unieron para emprender la búsqueda en la que compartirían sus experiencias individuales para mutuo beneficio.

Fundaron en la antigüedad las Escuelas de los Misterios y se constituyeron en Veladores Silenciosos, para preservar el conocimiento interior que hacía libres a aquellos que lo poseían.

Pero, cabría preguntarse, ¿qué es lo que descubrieron en las Antiguas Escuelas de Conocimiento Esotérico, guardándolo como un tesoro al abrigo de los profanos, reservándolo solamente para aquellos elegidos que probaban fehacientemente su interés en conocer los misterios profundos del Ser?.

Nada hay más cerca de nosotros que nosotros mismos y nada que nos sea más desconocido que nuestro propio Ser.

En nuestro cuerpo un número ilimitado de átomos giran en órbitas como lo hacen los astros en el Universo, con la misma precisión y armonía que el Cosmos, y funcionando con las mismas leyes fundamentales. Buscamos el Universo fuera de nosotros, sin percatarnos que nosotros mismos somos un universo en miniatura.

Pero, más importante aún, los seres humanos somos algo más que cuerpo. Tenemos vida y manifestamos su atributo más importante: la consciencia. Los seres humanos somos también mente que se manifiesta continuamente. Hasta cuando dormimos nuestra mente sigue funcionando para asegurar los procesos vitales fundamentales.

La psicología moderna admite que un alto porcentaje de las enfermedades que padecemos son psicosomáticas, que empezaron primero en la mente para manifestarse después en el cuerpo. ¿Por qué la mente nos ocasiona, a través de procesos incorrectos, estas enfermedades?

Actualmente, en la época de la informática, sabemos que las computadoras se pueden programar y desprogramar para conseguir fines distintos. La mente funciona de forma parecida a las computadoras.

Una programación incorrecta puede ocasionar enfermedades graves y traumas que convierten nuestra vida en algo desgraciado.

Podemos aprender a corregir gran parte de las enfermedades que nos aquejan. Podemos programarnos para mejorar la memoria, para conseguir seguridad y aplomo, para un mejor funcionamiento de nuestra personalidad, para gozar de una mejor salud.

Tantas y tantas cosas podemos hacer, cuando conocemos las potencialidades internas de nuestra mente, que podemos relegar el sufrimiento al lugar que verdaderamente le corresponde: LA NADA.

Pero, mucho más aún. Lo mismo que un cuadro lleva la impronta del pintor que lo pintó, lo mismo que una escultura lleva el sello del escultor que la esculpió, y que un edificio lleva la expresión de la personalidad del arquitecto que lo diseñó y lo construyó, nosotros llevamos el sello, en nuestro interior, del Creador.

El ser humano puede, si sabe como hacerlo, crear su futuro y llevar una vida digna de ser vivida. Para ello, debe emprender la más maravillosa y fascinante de las aventuras, la del descubrimiento de su Ser Interior.
Fuente: http://www.ctv.es/USERS/rosacruz/