Viviendo a merced del Sol


David Shukman
BBC, Punta Arenas, Chile


Hace 20 años, un equipo de científicos del British Antarctic Survey (BAS) hizo uno de los más significativos descubrimientos medioambientales de los últimos tiempos


Punta Arenas, Chile
En el sur de Sur el Sol hace más que calentar
Al estudiar la información recogida en condiciones hostiles durante muchas décadas, se tropezaron con el hecho de que un enorme hueco había aparecido en la capa de ozono que protege la Tierra de la dañina radiación ultravioleta (UV) del Sol.

El doctor Jonathan Shanklin del BAS (el instituto que ha desarrollado la mayor parte de las investigaciones británicas sobre el continente antártico), asegura que el hallazgo fue el resultado de una conjugación de la suerte y la diligencia.

"Estábamos en el lugar correcto, en el momento preciso y contábamos con la información indicada", me dijo Shanklin, cuyos cálculos produjeron la revelación.

La conmoción que causó el descubrimiento -y la eventual confirmación de científicos estadounidenses- llevó al inicio de una campaña internacional para reducir los gases invernadero conocidos como CFC, que se pensaba eran los que afectaban la capa de ozono.

A pesar de que el Protocolo de Montreal prohibió los CFC, los efectos de esos altamente estables y duraderos gases se sentirán por al menos otros 40 años.


"La mayoría de la gente no parece comprender el riesgo de contraer cáncer"
Auad Jaihatt, farmacista

Cáncer del sur


Una vez al año, en la primavera del hemisferio sur, una combinación de condiciones atmosféricas y químicos CFC empieza a erosionar la capa de ozono.

De septiembre a noviembre, se forma un agujero en una vasta área sobre Antártica.

Con ayuda de los satélites, los científicos pueden darle seguimiento mientras rota con los sistemas climáticos y ocasionalmente se extiende sobre la parte sur de Sudamérica.

Varias veces al año, una de las ciudades más sureñas del mundo, Punta Arenas, en Chile, queda bajo el agujero y sus habitantes sufren los peores efectos de la radiación solar, incluyendo un masivo aumento en el riesgo de contraer cáncer de la piel.


Cosquilleo


Imagen del agujero en la capa de ozono
La capa de ozono se mueve dependiendo de los patrones climáticos
El principal especialista de piel de la ciudad, doctor Jaime Abacá, estudió la incidencia de cáncer cutáneo y concluyó que de todos los casos registrados, los peores -el melanoma maligno- aparece tres veces más que en otras partes del mundo.

"No hay duda de que estamos viendo los efectos del problema con el ozono", me dijo.

Las observaciones también muestran que la radiación llega a la Tierra con una intensidad que es particularmente dañina.

Estando afuera por más de unos pocos minutos, yo podía sentir un cosquilleo, una comezón en la cara, y quienes estaban conmigo también. Hasta en los días nublados buscábamos la protección de los árboles.

Una de las víctimas es el presentador de radio local Francisco Figueredo, quien recientemente se tuvo que someter a un tratamiento por cáncer cutáneo en un ojo, la nariz y la mejilla.

Sentado en su casa antes de su programa de jazz, nos explicó que cuando era joven "no sabíamos nada sobre ese problema, éramos completamente ignorantes".

Ahora la ciudad es bombardeada con alertas sobre el peligro del UV. Banderas de diferentes colores ondean en la intersección central -naranja por "alto riesgo" durante nuestra visita- y las estaciones de televisión y radio transmiten información diariamente.


La belleza antes que la salud


No obstante, en una farmacia que visitamos en el centro de Punta Arenas, la gerente admitió que las ventas de cremas para protegerse de los rayos del sol nunca han aumentado.

Le pregunté a Auad Jaihatt si el público realmente atendía a las alertas por la radiación.


Un Solarium en Punta Arenas, Chile
Para algunos, verse bien es más importante que todo lo demás
"No, para nada. La mayoría de la gente parece no comprender el riesgo de contraer cáncer. El mensaje no está llegando", aseguró.

Pero aún más extraño es el hecho de que al recorrer las calles de la ciudad vimos un número extraordinario de solarios para broncearse.

Uno de esos estudios, Cecilia Internacional, recibe a diario 50 clientes. Uno de ellos, Evanalia, me dijo que acudía tres veces por semana.

Cuando le pregunté si entendía los riesgos que ello acarreaba -especialmente viviendo en la ciudad con los más altos niveles de UV del mundo- respondió que era una decisión personal.

"Conozco los riesgos, el cáncer y todo. Pero me siento mejor con la piel bronceada. Aquí hace demasiado frío para ir a la playa, así que ésta es la única posibilidad que tenemos".

Evanalia insistió en que había un beneficio clave: "un buen bronceado hace que la ropa se me vea mejor".

Si bien lo que se descubrió hace dos décadas es inamovible también lo es la naturaleza humana. La capa de ozono puede ser débil, pero el poder de la moda sigue siendo fuerte.
Fuente: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science