Precognición y clarividencia


Jean Dixxon
Jean Dixxon alertó a John F. Kennedy del peligro de viajar a Dallas antes del asesinato
Precognición es la supuesta capacidad de conocer hechos con anterioridad a su acontecimiento e independencia de su situación espacial, es decir, independiente de tiempo y espacio.

Comunmente el fenómeno de la precognición está asociado a capacidades paranormales y está dentro de la categoría de fenómenos Psi Kappa. Se dice que la mayoría de las veces la precognición que experimenta el individuo no obedece a su voluntad y ocurre de una forma inesperada y espontánea. A nivel místico se asocia a una habilidad espiritual.


Tipos de precognición

Habría varios tipos de formas en el que se presentaría el supuesto fenómeno:

Visiones o imágenes: Pueden llegar en forma de visiones o imágenes mentales, a veces con sonido y color, pero generalmente en blanco y negro; es decir, premoniciones que surgen en el dotado al percibir energía psíquica, ya sea por contacto con objetos y personas cargadas de esa energía, presente en todo, o por el solo hecho de percibirla en vestigios psíquicos esparcidos en el aire.

Sonidos: Pueden llegar en forma de gritos en caso de alguien agonizando, por ejemplo. Pero solo se presenta en casos de reciente ocurrencia, o sea, que uno tiene esta experiencia, y en instantes, puede ocurrir.

Sensaciones: Suelen ocurrir por medio de presentimientos o intuiciones, de manera espontánea, sin poder el individuo tener razón para manipularla.

Cabe destacar que las experiencias de voces no se incluyen en este tipo, ya que pueden interpretarse como un aviso de un espíritu, y eso corresponde a la Mediumnidad. También se excluyen las profecías, porque corresponden a un tema religioso más que a un asunto paranormal. La mayoría de las veces, las visiones llegan en sueños, o en inesperadas imágenes mentales en la cabeza que jams fueron pensadas.

Para los que creen en su realidad, la precognición es algo que va por encima de los sentidos y que tendría su origen en fuerzas sobrenaturales, dones de Dios, personas superdotadas o poderes demoníacos. Es decir, serían avisos sobrenaturales a las personas para prevenirlas de algo y por lo tanto su descripción y «estudio» es considerado pseudociencia, ya que no se basa en observaciones rigurosas y controladas, ni explica sus mecanismos en el marco del conocimiento actual del mundo real.

Los casos de precognición son numerosos, no solo en la casuística paranormal sino a través de la historia. Sin embargo, la dificultad estriba en que nos enfrentamos con un fenómeno de características espontáneas, es decir, que se presenta de forma inesperada y difícilmente bajo condiciones controladas o según la voluntad del individuo.

Precogniciones famosas y reconocidas ha habido muchas a través de la historia, pero lo que quizás más nos intrigue sea el significado que tiene el poder conocer con anterioridad hechos que no pueden ser previstos de ninguna manera.

El debate aquí planteado se centra entre el libre albedrío y el llamado destino, al que muchos creen estar irrevocablemente dirigidos. Para unos, la libertad de elección constante les permitiría decidir qué será de su futuro, qué harán con su vida y cómo responderán a los acontecimientos y experiencias que vivan; de modo tal que irían haciendo a futuro a medida que viven el presente según sus deseos y elecciones.

Para otros, independientemente de nuestras acciones, su futuro está ya determinado por el destino, es decir, que aunque tratemos de evadir una situación esta ocurrirá más tarde o más temprano, y no habrá forma de evitarlo. Ciertamente que se trata de una visión fatalista, que conlleva el supuesto de que somos manejados por alguna fuerza que nos empuja a encontrarnos en circunstancias que cerrarán cualquier otra posibilidad de manera tal que nos veamos obligados a cumplir con lo propuesto o indicado por nuestro destino. Desde otro punto de vista, se trataría de que está pautado lo que haremos y lo que no, sea por causa de alguna fuerza que así lo determine o porque sencillamente de eso se trate la vida.

Así que al plantearnos la existencia de la precognición como un hecho cierto, que ocurre cada tanto en la vida de algunas personas, nos obliga a reconsiderar los conceptos de libre albedrío y destino. Intentar comprender, entonces, si el que un hecho pueda ser previsto con amplios detalles, es indicativo de que el destino, y nuestro irrevocable camino hacia él, es la realidad y la respuesta al debate planteado. Sin embargo, aunque a primera vista esto es lo que sugiere el fenómeno precognitivo, no es la única explicación, ya que si consideramos que la visión de un hecho futuro no es más que una posibilidad que se nos muestra y que depende de la decisión que tomemos, entonces podremos ver cuán diferente es el planteamiento.

Estaríamos hablando de situaciones que pueden ser conocidas con anterioridad siempre basadas en la decisión que más probablemente tome una persona en un momento dado, pero no en la única decisión que podría tomar, ya que ante cualquier posibilidad siempre tendremos por lo menos dos opciones a elegir, como mínimo. Desde este enfoque la precognición no haría más que mostrar la posible concreción de una decisión y su consecuencia lógica. Por ende, de alguna manera, estaría en consonancia con el concepto del libre albedrío. Esto lo demuestra el número de casos en los cuales se ha advertido a una persona de no abordar un avión o un barco que puede correr el peligro de sufrir un accidente, por ejemplo, y aún así lo hace. La decisión fue tomada y para muchos cumplió su destino, para otros, simplemente no creyó en lo que se le decía y optó por seguir con su decisión inicial.

Pero no se puede afirmar, a ciencia cierta, que la precognición sea una prueba de que el destino existe, sino de la apertura de nuestra conciencia para establecer contacto con la de otros y obtener información consecuente con ello, mostrándonos los hechos que se generarán a partir de una determinada decisión. Quizás por ello, las precogniciones suelen ser de desastres, accidentes y problemas, en su mayoría, porque inconscientemente quienes manifiestan esta facultad perciben el peligro que subyace en la elección que otra persona tomará.

Puede que muchos se pregunten cómo se relaciona esto con aquellos casos en los que están involucradas miles de personas, como terremotos, inundaciones, accidentes aéreos, etc. Es decir, si en esos casos se está observando el hecho mismo, en lugar de la conciencia de una única persona, como en el anterior ejemplo. Y en este caso conviene aclarar que el fenómeno precognitivo tiene diversas manifestaciones: premonición, fenómeno en el que se obtiene información detallada de un hecho que ocurrirá en muy poco tiempo; presentimiento, el cual se caracteriza porque sólo se tiene un sensación de que algo está por ocurrir, por lo que los detalles son pocos y más bien indefinidos, aunque lo suficientemente esclarecedores como para asegurar que efectivamente se tenía alguna información previa del suceso; y finalmente la profecía, que siempre se trata de la previsión de hechos que afectarán a una comunidad, un amplio grupo de personas o a toda la humanidad. Suele considerarse que profecía es todo aquello que se dice acerca del futuro, independientemente de las características que lo acompañan. Pero para quienes han estudiado este tipo de fenómenos les es claro que la precognición varía en sus manifestaciones.


Clarividencia

Supuesta capacidad de percepción extrasensorial, por la cual algunas personas parecen recibir información por medios distintos a aquéllos explicables de forma científica. Como su propio nombre indica, esta percepción se caracteriza por captar fenómenos que quedan fuera del alcance de nuestros sentidos, es decir, a través de otros medios. En este tipo de percepciones podemos encontrar también a la telepatía etc.

Según muchas personas, estas capacidades son innatas en el ser humano, y, salvo en raros casos, hace falta desarrollarlas.

Uno de los clarividentes mas famosos de la historia fue Edgar Cayce . Sus poderes fueron analizados por muchas personas y aunque como todo clarividente tiene defensores y detractores, lo que siempre se vé en falta es el análisis objetivo.

Es decir, nos encontramos en torno a los clarividentes con un montón de personas que afirman sus dones y al mismo tiempo todo su mensaje, asociando sus dones a sus mensajes. Y por otra parte personas que los tildan de fraudes y rechazan ambas cosas. Una investigación objetiva sobre los clarividentes debería implicar limitarnos al análisis de sus dones y capacidades, independientemente de sus creencias personales o mensajes.

Por ejemplo, que una persona tenga la capacidad de nadar y hacerlo mejor que otras, no significa que sea buena en matemáticas. Nadie va y toma el don del nadador como firma sobre todo lo que dice ni lo considera infalible. Pero en el caso de la clarividencia se liga el don del clarividente a la persona del clarividente, y por tanto si el clarividente empieza a hablar de que cree en extraños mundos mas alla de Ganímedes, inmediatamente los científicos llegan a la conclusión de que es un fraude y que no tiene interés científico alguno.