Nuestra Señora de Guadalupe



Nuestra Señora de Guadalupe
La virgen María se apareció en Méjico en el año 1531 a un indio llamado Juan Diego, el era un humilde campesino de 51 años; como resultado de estas apariciones mas de 10 millones de indios se convirtieron al Catolicismo y los sacrificios de niños a dioses paganos no se hicieron mas.

Nuestra Señora dejó una imagen que es un reflejo de Ella misma impresa milagrosamente en la tilma (manta) de Juan Diego. Esta tilma se ha conservado intacta por gracia de Dios a través de los siglos y la imagen ha sido el motivo de peregrinación por millones de personas que han acudido a recibir consuelo, protección y ayuda de nuestra madre celestial.

Mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe para Juan Diego y para todos sus hijos que le acogen :

"No se turbe tu corazón; no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia. No estoy yo aquí? No soy tu Madre? No estás bajo mi sombra? No soy yo tu salud? No estás por ventura en mi regazo? Qué mas has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa."

En orden y concierto se cuenta aquí cómo hace poco se apareció milagrosamente la perfecta Virgen Santa María Madre de Dios, nuestra Reina, en el Tepeyacac, que se nombra Guadalupe.

Primero se dejó ver de un pobre indio llamado Juan Diego; y después se apareció su preciosa imagen delante del nuevo Obispo Don fray Juan de Zumárraga. Diez años después de tomada la ciudad de México, se suspendió la guerra y hubo paz en los pueblos, así como empezó a brotar la fe, el conocimiento del verdadero Dios, por quien se vive.

A la sazón, en el año de mil quinientos treinta y uno, a pocos días del mes de diciembre, sucedió que había un pobre indio, de nombre Juan Diego, según se dice, natural de Cuautitlán. Tocante a las cosas espirituales en un todo pertenecía a Tlatilolco.

Esta es la historia de Nuestra Señora de Guadalupe según datos escritos por Luis Lasso de la Vega en 1649; traducción del dialecto Nahuatl.