Avistamiento en Valderas


Un testimonio inédito sobre Valderas

Manuel RubioEn abril de 1996, las investigaciones de J. J. Benítez le llevaron al hallazgo de un testimonio hasta ahora inédito del famoso avistamiento del OVNI que tuvo lugar aquel 1 de junio de 1967 en la localidad madrileña de San José de Valderas. Se trata del pintor Manuel Rubio, que por aquel entonces trabajaba como delineante en Aeronáutica Industrial, S.A., en Cuatro Vientos, muy cerca de San José de Valderas. Estas son las declaraciones que el testigo hizo al periodista:

“Era un jueves. Hacia las once, siguiendo la costumbre, salí de la oficina para tomar un bocadillo. Al regresar, poco más o menos a los quince minutos, lo vi inmóvil, a unos cincuenta o sesenta metros sobre el campo de vuelo. Como puedes imaginar, me quedé perplejo. Era un objeto redondo, de unos diez o doce metros de diámetro, de un color plomizo. Se hallaba inclinado, ofreciendo la panza. Y así se mantuvo todo el tiempo. Esa panza –supongo– se presentaba más oscura, de color plomo, al quedar en la sombra. El perímetro del objeto, en cambio, era brillante. La verdad es que lo contemplé a placer. Calculo que podía estar a medio centenar de metros, aproximadamente, de donde me encontraba. No hacía el menor ruido. Eso me impresionó. Y allí continuó un largo rato. Como mínimo, un cuarto de hora. Después, siempre en silencio, se alejó a una velocidad incalculable. Y lo hizo hacia el poblado de San José de Valderas. Fue visto y no visto. Ningún aparato humano podría desarrollar una velocidad semejante. La base o la panza era lisa. En ningún momento llegué a ver la parte superior, y tampoco la “H” que aparecía en las fotos de la prensa. Al día siguiente, el periódico recogía una información sobre un OVNI que había sido visto y fotografiado en las cercanías del castillo de Valderas. En mi opinión, el objeto fotografiado y el que yo vi eran casi idénticos. Lo único que no acerté a observar, como te decía, fue ese extraño símbolo en la panza. Y me alegré de que otros también lo hubieran visto. Como puedes imaginar, cuando lo comenté en la oficina, nadie me creyó. Nunca supe si otros compañeros lo habían visto. Imagino que sí, porque allí trabajaban dos mil personas. Si te digo la verdad, tuve una extraña sensación. Mientras contemplaba el objeto me sentí observado…

Dibujo realizado por el testigo Manuel Rubio, en el que sitúa la posición y dirección del Ovni sobre el complejo industrial, cercano a Valderas, en donde trabajaba
Dibujo realizado por el testigo Manuel Rubio, en el que sitúa la posición y dirección del Ovni sobre el complejo industrial, cercano a Valderas, en donde trabajaba
"Aquello sin la menor duda, era algo de otro mundo e inteligentemente manejado”. El OVNI de Valderas… ¿pendía de un hilo?

Para salir de dudas, Benítez solicitó de Rafael Farriols una copia de primera generación, y la depositó en un centro de investigación que sí le merece respeto y confianza: la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid. El 14 de marzo de 1995 entregaba el juego de fotos sobre el OVNI de Valderas al entonces coronel Zamorano, director de la Jefatura de Investigación y Criminalística de dicha Dirección General. El coronel sugirió que un análisis de los negativos originales resultaría más interesante y eficaz. Dicho y hecho. Farriols aceptó y, poco después, J. J. Benítez llevaba personalmente los cinco valiosos negativos a la referida jefatura junto a otros informes -los de Poher, GSW y un tercer estudio, AIMU, realizado por informáticos-. Los negativos del supuesto OVNI permanecieron varios meses bajo el control de los expertos del Departamento de Acústica e Imagen. El informe, con un total de sesenta y seis páginas, fue terminado el 30 de diciembre de 1996. el 18 de enero de 1997 lo recogía de manos del teniente coronel Francisco Álvarez, responsable de los análisis. Las conclusiones de los especialistas de la Guardia Civil fueron los siguientes:
  1. Los negativos recibidos y examinados, no tienen indicios de haber sido manipulados.

  2. Son originales en cuanto a que han sido obtenidos en una misma máquina fotográfica, la cual no es de buena calidad, ni estaba en buen estado de uso. Es muy probable que, con el carrete impresionado y sin rebobinar, se abriera la máquina, lo que originó veladuras, visibles en los negativos.

    L.R.: Lesiones o ralladuras
S.L.: Sombras de los mismos
    L.R.: Lesiones o ralladuras
    S.L.: Sombras de los mismos
  3. No aparecen señales inequívocas de que los negativos examinados sean producto de montaje o cualquier manipulación fraudulenta. No obstante, en razón de la no concordancia en la luminosidad entre los negativos y entre los objetos fotografiados, así como la aparente iluminación artificial en el negativo 19 y unas imágenes anómalas (brillos y sombras) en el negativo 12, no se descarta la duda de que su elaboración haya sido fraudulenta.

  4. La supuesta línea recta, que puede aparecer en las reproducciones del negativo 24 que alguien, maliciosamente, considera o define como “un elemento sustentador del ovni” y en el “Análisis Infográfico de Material Ufológico” -AIMU-, lo interpretan como un “elemento radiante indetectable”, no es más que la reproducción de una ralladura que sufre el negativo.
De haber sido un hilo o un elemento sustentador, la imagen habría sido definida por la reacción de los halogenuros del material sensible a la luz. La luz rasante, sin embargo, demuestra que esa línea es sólo una lesión o ralladura en el negativo.

Tras estos resultados, Benítez apunta: “Es decir, no hay hilo por ninguna parte. En un principio ni yo mismo daba crédito hasta que me lo mostraron en un microscopio. Naturalmente las fotos del OVNI de San José de Valderas pueden estar trucadas, pero no como pretenden los farsantes e intoxicadores del fenómeno quienes, a pesar de ir de supuestos ‘investigadores científicos’, basan sus alegatos en análisis amañados”.